miércoles, 5 de febrero de 2014

progresos de enero

Tras las navidades, retomé las clases de pole pasado mediados de enero, así que he intentado ponerme las pilas. Y la verdad es que me siento otra vez en fase de avance. Pasó el estancamiento, vuelvo a estar de subidón y noto los progresos. 

Voy teniendo más fuerza, y lo noto sobre todo en los hombros. Me permite estar mucho más cerca de hacer cosas como la escuadra, que ya Casi está.

esta foto es del primer día
que conseguí mantener la escuadra
Me he enamorado de la barra giratoria. Cada vez me mareo menos y controlo mejor la velocidad. Y eso que prácticamente acabo de empezar con ella. Es muy difícil, la barra giratoria. Pero es tan, tan, tan bella. 

"lo que yo entiendo por clases de spinning"
esta figura era una de esas con las que soñaba.
apenas el mes pasado no me atrevía a soltar las manos.
y ahora ya es mía. 
(¡No, la canción de Fama de fondo no es premeditada!)

Ya todas las que empezamos más o menos a la vez (hace Casi un año) tenemos estilillo a la hora de caer después de los giros. También se nos da mucho mejor volver a la barra después de hacer un ejercicio. Al principio esto es chunguísimo. Estás tan concentrada en hacer algo que no ves lo difícil que va a ser deshacerlo. Como gatitas que se suben al árbol sin pensar en cómo van a bajar. Ahora eso ha mejorado mucho. 

este es mi primer russian split.
(sólo que no es ruso
y tampoco es un split)
es algo así como
las siete menos cinco en mi reloj.
Miro el lado positivo. Hace unos meses mis brazos no se podían ni plantear sostener el peso de mi cuerpo en esa postura. Y, eh, la pierna de abajo está tiesísima. Tienes que poder tocar con la cara en la rodilla de tu pierna estirada para plantearte no ya el russian split, sino las siete menos cinco en mi reloj.

Enero ha sido un gran mes. El mes de nuestra primera Pole Party; y también la primera tarde casera de Junca con buena compañía (ahora que muchas tenemos barra y todas tenemos mono de barra tenemos que aprovechar); y una novedad: nuestra santa profesora ha cambiado de lugar para impartir las clases y allá que nos vamos unas cuantas. De hecho, hace apenas una semana, febrero no pintaba bien: iba a apuntarme apenas a un par de clases sueltas y a entrenar más que nada por libre, pero la suerte y mis padres me han hecho un regalito y lo voy a invertir en esto: pole y más pole. 


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